domingo, 22 de abril de 2012

Hablamos de sueños?

Vosotros soñáis? Yo un montón. En el caprichoso reparto de la genética en mi familia mis hermanos se llevaron la guapura y a mi me tocó la imaginación.
Desde bien pequeña ya mostré mis dotes teatreras y me montaba historias en las que yo era la protagonista mientras soñaba despierta. Porque para mí los sueños se dividen en dos clases. Los que uno tiene despierto y los que uno tiene estando dormido.

En los primeros, tu eres quién plantea toda la trama. Como un director de cine colocas a los personajes y vas creando una historia con principio, desarrollo y final. Hay que decir, que yo, en esto de los sueños estando despierta tengo tela marinera. Si por ejemplo, me da por soñar que estoy con otra persona, antes de llegar a mi momento, a mi marinovio le busco pareja. Una persona increíble que le sepa dar lo que yo no se. Lo apaño economicamente. Su familia y la mía están contentos. Lo relación con los amigos bien. Y sólo entonces, cuando todo está en su lugar, me permito el lujo de dejarme llevar.
Para mi es equiparable a poner la mesa cuando tienes invitados. Colocas todo, cubiertos,  servilletas, vasos y copas, platos, el plan, las bebidas, en el último momento la comida que has estado preparando con cariño y cuando están todos en la mesa, a comer!!!! Lo que has tardado horas y horas en preparar apenas se consume en aproximadamente media hora aunque luego venga el momento café, copa y puro. Pero en mis sueños, mi momento no tiene ni sobremesa ni dura media hora. El motivo? Sencillo. Tardo tanto en colocar a los personajes que cuando me toca vivir a mí resulta que ya llegó al trabajo si es que iba en el coche, me tocan al timbre o llaman por teléfono estando en casa... mi peke... el marido... la vecina que conste que es un cielo  o simplemente me quedo dormida.

Es entonces cuando llegan los sueños que uno no controla, esos en los que el director es otro y tú un  simple actor, a veces hasta de reparto, que no recuerda haber hecho el casting de la película que se está rodando.
Yo, para bien o para mal, siempre he soñado mucho. No siempre recuerdo los sueños y los tengo de todo tipo. Algunos los vivo tanto que cuando despierto, durante unos segundos creo que estoy en el. Pero desde hace mucho años se me ha repetido un mismo sueño. Llevaba un tiempo sin tenerlos pero han vuelto.

Estos sueños comenzaron en mi época adolescente. Durante mucho tiempo, años, estuve soñando que me perdía entre laberintos, laberintos construidos en diversos escenarios. A veces eran como un bosque, otras en casas abandonas, otros eran complicados de descifrar. Yo corría y corría por ellos huyendo de alguien que me perseguía. Ese alguien era un chico o un hombre, no sabría deciros la edad. Supuestamente no quería hacerme daño, me gritaba que me detuviera, que no huyera, que necesitaba hablar conmigo pero yo tenía miedo y solo hacía que correr y correr. Vivía tan intensamente esos sueños que incluso alguna vez me había despertado cansada y con la respiración entrecortada del esfuerzo.

Sólo recuerdo dos veces en las que me "atrapara". Una fue corriendo por una casa, tropecé con un escalón y me agarró un pie, me giré, apenas pude verle y no se cómo me escapé.
La segunda vez no es que atrapara, fue una escena como...veamos como os lo puedo explicar. Habéis visto la Historia interminable? Sabéis hacía el final? Cuando la Nada se ha comido practicamente toda Fantasía y la princesa están intentando convencer a Bastian de que sólo el puede hacerla volver? Aparecen los dos, frente a frente y todo lo demás oscuro...pues fue algo parecido.
Ese chico, que era algo mayor que yo, estaba delante mío. No puedo deciros como era porque lo tenía delante pero no lo veía. Sólo se que era moreno. Pero no se cómo lo se, es que todo era muy raro. Aún me emociono al recordarlo. La cuestión es que ese chico se me declaró. Esa persona de la que yo huía tan desesperadamente me dijo el TE QUIERO  más sincero que nunca me han dicho. Me explicó que no podía decírmelo en la realidad , que tenía miedo,   pero que necesitaba que lo supiera. Sufría. En su voz había pena y sufrimiento. Lo más increíble de todo es que yo, en ese sueño, cuando lo tuve delante aún sin verlo también lo quise pero no podía creerme que alguien como el pudiera quererme. Yo le gritaba, le pedía que no me hiciera eso, que no me engañara, yo también sufría. El estaba enfadado porque yo no le creía y de repente me besó. Ese beso detuvo mi corazón. Ahora no os penséis que fue un beso de tornillo como en las pelis, eh? No. Fue simplemente un  beso. Sus labios en los míos apenas unos segundos...unos segundos maravillosos. Ese beso estaba lleno de amor y yo lo sentí y lloré de felicidad por ello. Lloré tanto que cuando me desperté estaba llorando de verdad y durante un segundo mis labios creyeron sentir el recuerdo del beso.
Durante años intenté encontrar alguien que al besarme me hiciera revivir ese momento pero lamentablemente los sueños, sueños son, y ese beso nunca se reprodujo en mi realidad. Con el tiempo dejé de buscarlo y de creer en los cuentos de princesas y poco a poco me enfríe. Dejé de escribir, dejé de soñar despierta...hasta ahora que vuelvo a huir. Aún no se de qué o de quién pero esos sueños están volviendo. Me meto cada maratón que no se como puede ser que este gorda!!

La única explicación que le doy a todo eso, a parte de que estoy como un cencerro, es el hecho de haber sido madre.

Mi hija me ha enseñado a querer como no he querido antes. Yo quiero a mi gente, quiero a mi madre, a mis hermanos, a mis amigos, a mi pareja pero sobretodo con estos dos últimos, amigos y pareja, creo que no lo hago bien. No como ellos se merecen y a veces dudo de que yo los merezca  a ellos. Yo creía que los quería pero mi hija me ha enseñado tanto...me ha hecho y me hace sentir tantas cosas que ha despertado esa parte de mí que creía muerta y resultaba que lo que estaba era dormida. Ha despertado tantos y tantos sentimientos que estoy desbordada. No se como canalizarlos aunque he de reconocer que escribir me ayuda, pero sufro tantos #momentostiernos y #momentospastel que creo que acabaré diabética perdida.

Algunas veces no me soporto ni yo misma. Me pregunto como lo harán los demás? Para soportarme, me refiero. A ratos estoy edulcorada, a ratos me voy a un rincón a llorar en silencio y sin lágrimas para que no se me note. Yo creo que llorar está muy bien pero odio cuando hay gente a la que sencillamente le importas una mierda que se acercan a preguntar
-Estás bien?

Tú que crees? Estoy llorando!!! Estoy de puta madre!

En fin! Es que hay gente muy cotilla a mi alrededor.

Imagino que ahora podréis entender porque siempre ando tan cansada. Todo es debido a mis carreras nocturnas.

Bueno, y que hay de vuestros sueños? Alguna vez habéis tenido alguno que os haya marcado? Me gustaría leerlo. Ya sabéis que los comentarios que hacéis no se publican directamente. Primero llegan a mi correo, yo los miro y si alguien me pide que no se publique o yo considero que es algo muy personal y quiero guardarlo sólo para mi pues no lo publico. Así que ya sabéis, si quieres, quedará sólo entre tú y yo.

Eso también vale si me queréis enviar a la mierda en la intimidad. Si eres de twitter, con que me envíes un mensaje privado ya me vale, que para enviarme de paseo con 140 letras uno va sobrao!!!
Ahora en serio. En esta faceta mía de sacar sentimientos se me olvida decir que me encanta escuchar o leer y lo haré encantada si queréis.

Un beso a todos

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