viernes, 11 de mayo de 2012

Te vuelvo a buscar.

Esta noche tuve que llamarte otra vez para que vinieras a buscarme a la cabaña. Llevaba días sin hacerlo pero necesitaba tanto un abrazo que no lo pude evitar.
Te imaginé en la cama,  recostado sobre el cabezal. Mi cabeza reposando en tu regazo. De fondo, nos acompaña el Violator de Depeche.  
Con una mano me acariciabas el pelo suavemente, como si fuera una niña a la que intentabas consolar y realmente es lo que haces, consolarme.  No sé cómo sacar toda esta tensión que llevo encima con lo de Ester, mi familia, el trabajo…  Sólo tu consigues que mi mente se quedé en blanco.
Mientras me acariciabas, con la otra mano pasabas las páginas de alguna revista de decoración que habrías encontrado por el comedor, por la salita o por el despacho. La ojeabas en silencio aunque de vez en cuando comentarías en voz alta alguna de las fotografías. Siempre acabamos teniendo discusiones tontas sobre como entendemos este mundo.
Para mí la decoración de una casa es el reflejo del alma de una persona, los colores, los cuadros, las líneas…todo habla de cómo es el/la que habita en ella. Tú te ríes porque últimamente me ha dado por indagar sobre el mundo del Feng Shui.  No es que  te desagrade del todo pero tú lo ves desde otra perspectiva.  Tú lo ves cómo el arte de lo estético, te gusta o no te gusta, pero eso de buscar significados al por qué de una pared naranja o verde más allá del buen o mal gusto…
La discusión siempre acaba en risas y evidentemente nunca gana ni pierde nadie. Creo que en el fondo y no tan en el fondo nos encanta mantener estas discusiones.
La carne… a ti te gusta poco hecha, a mi quemada.
El vino tinto…  según tú, se pone a enfriar un rato antes en la nevera, no más de 10 minutos. Yo lo asesino pero si he de elegir yo, la botella está en la nevera desde 24 horas antes. Sé que tienes razón pero me encanta debatir contigo. En el vino blanco coincidimos, siempre fríos.
El café, tú lo tomas sólo, fuerte y con poco azúcar. Yo con leche y normalmente no le pongo azúcar. Si ha de ser café solo, en veranito y con un par de cubitos. El cortado también lo tomo con hielo.  Soy la única persona que conoces que lo toma así pero es que yo…soy diferente y me quieres así, con mis locuras.
Pero en lo importante coincidimos… nos encanta la música, nos encanta leer, nos encanta sentarnos en el suelo lleno de cojines para ver una peli mientras compartimos una copa de vino.  Nos encantan los coches, las motos, el fútbol y jugar al billar. Aunque yo no sé jugar muy bien y tu metes unas palizas increíbles.
A ti te encanta hablar, a mí me encanta escucharte.
Llevo tantos años imaginándote que he creado una vida alrededor tuyo.
Soy tan sumamente infantil,  alocada e incoherente…. pero es lo que hay. Lo que no tengo en este mundo he de ir a buscarlo fuera y en el único sitio dónde me apetece encontrarlo es en mi cabeza. Dónde no haga daño a nadie salvo a mí. Porque imaginarte es maravillo pero saber que no eres real y que nunca lo serás duele… duele mucho. Pero menos da una piedra no? Por suerte, al crecer no perdí la imaginación, sólo la escondí, y ahora que ha vuelto, estoy dejándome llevar por ella y estoy siendo la niña que no pude ser. Ahora lo necesito, ahora realmente necesito que me abraces por las noches. Necesito sentir que no vas a dejarme caer. Que estás aquí, en mi cabeza. Te dejé perder, te escondí…tantos años, pero ahora... ahora necesito saber que por un tiempo, vas a dejar que me quede dormida en tu regazo.

Aquí os dejo el Violator enterito. Esta loca que os habla, se lo lleva cada noche que necesita perderse por esos mundos mágicos que pertenecen sólo a la imaginación.

http://youtu.be/8lMa_WWzObM


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